La debida gestión pesquera

El mayor fallo de la gestión es que ni los pescadores ni los gestores poseen los conocimientos necesarios para dirigir algo tan complejo como un ecosistema marino costero. El derecho a pescar no se debería basar en si uno dispone del dinero suficiente para comprarse un barco, sino en los conocimientos y la voluntad de trabajar en colaboración con los gestores y los científicos para hacer que la pesca sea sostenible. El derecho a pescar se debería ganar o perder según la voluntad de aceptar unos límites razonables a las capturas. Paul Greenberg

REVISTA PESCA

La Revista Pesca es un medio de información alternativo que presenta artículos, opiniones y noticias referidas a la pesca en el Perú y el mundo, con énfasis en la política pesquera, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y la seguridad alimentaria. En este blog se publican notas de importancia, así como novedades del sector pesquero.

En 2023 cumplimos 64 años de publicación en el Perú.

Las ediciones a partir del 2010 se publican en formato digital (PDF) en la siguiente página web: http://www.issuu.com/revistapesca/docs


Merecemos una gestión de la pesca con visión de país y compromiso con el ciudadano.

Los peces del Perú, primero para los peruanos


viernes, 15 de marzo de 2024

PERU: PESCA Y ALIMENTACION EN 2024

 

LA INFORMACION PESQUERA EN PERU

Los poderes fácticos son sectores de la sociedad, al margen de las instituciones políticas, que ejercen sobre aquella una gran influencia, basada en su capacidad de presión o influencia. El poder fáctico no coincide necesariamente con el aparato formal del Estado pero puede influir en las estructuras legales y regulatorias, por intermedio de su autoridad informal o su capacidad de presión. El poder fáctico no está legitimado ni siempre busca la legitimidad para ejercerse, pero ejerce de hecho el poder, aunque no lo haga legalmente ya que su mera existencia le hace ser determinante.

El lobby en esencia no es malo ni es delito, dado que toda empresa buscará siempre la protección de sus intereses y la consecución de sus objetivos. El problema es que hay un funcionario amoral y el lobista lo sabe. Por ende, lo corrompe para conseguir sus fines e intereses. Pero también existe la manipulación de la opinión pública para crear corrientes de opinión favorables a determinados intereses que pretenden ser legitimados por una opinión pública que, a veces, apenas si lee los titulares de las noticias.

Si bien es cierto la administración pública ha sido prostituida y corrompida por políticos mediocres e inmorales, a un nivel jamás antes visto, o por lo menos conocido, en la historia republicana de los últimos cincuenta años, el poder del lobby y la manipulación de la información ha alcanzado niveles inéditos. La realidad nos muestra que eso tiende a agravarse.

En el caso de la pesca, en mayo 2012, la revista IDEELE publicó un artículo cuyo contenido sigue vigente y del cual algunos extractos son los siguientes:

“El desconocimiento del sector pesquero es abrumador, y la gran prensa se ocupa de no enterar a una sociedad que vive de espaldas al mar, indiferente a la problemática pesquera, de cuya solución depende en gran medida la seguridad y la soberanía alimentaria del país. Los recursos pesqueros son valores que no pertenecen a quien los explota sino a su dueño, que en el caso de los recursos marinos somos todos los ciudadanos y no un oligopolio privilegiado. De la correcta gestión de tales recursos depende el futuro del ecosistema marino y la adecuada nutrición de millones de peruanos.

En este lamentable contexto, el papel del Instituto del Mar del Perú (Imarpe) resulta clave por ser la institución que dice cómo, cuándo y cuánto pescar. Si no se respeta la opinión científica del Imarpe por privilegiar intereses particulares, entonces seguiremos el derrotero de la depredación, el abuso y la impunidad. Tras una dilatada gestión de 15 años, corrieron los vientos del cambio en el Imarpe y el Viceministerio de Pesquería. Aparentemente. Digo esto porque el ‘gatopardismo’ de quienes manejan el statu quo de la pesquería peruana admiraría al propio Lampedusa. Mientras no se realice una auditoría científica a los estudios realizados por el Imarpe y a toda la gestión durante los últimos 15 años, solo se cambiará algo para que todo siga igual, como noveló el solitario Lampedusa.

En la actualidad resulta innegable la merma de las poblaciones de peces e invertebrados, sobre todo los recursos costeros. No es exagerado afirmar que la sardina ha sido extinguida comercialmente, que la población de merluza es residual y ha sido revejida por la sobreexplotación e irresponsabilidad del propio Estado. ¿Dónde estaba la palabra del Imarpe entonces? ¿Quiénes eran los responsables de los estudios de merluza y sardina? ¿Quiénes dijeron que había 500 mil toneladas de merluza y luego se retractaron? ¿Quiénes otorgaban las cuotas de pesca? ¿Qué dicen ahora esos gatopardos travestidos de científicos o de funcionarios encanecidos en el Ministerio?

La SNP, un gremio que se ufana de pesca responsable y ordenamiento pesquero, ¿cómo será su comportamiento frente a la riqueza marina cuya pesquería es controlada por certificadoras pagadas por ellos mismos?”

Fuente

https://revistaideele.com/ideele/content/y-todo-sigue-igual-el-sector-pesquero-peruano?fbclid=IwAR2C0L5S_gPwQ_rxmBwQVhuZPCb_dr6eCMteK3RxEikV7Vg2EIVgXtM7Yn8

En este contexto, no resulta difícil identificar una campaña de desinformación o de creación de corrientes de opinión en uno u otro sentido y no es difícil comprender su poder corrosivo sobre la sociedad.

El público se forma una opinión propia de la cosas, pero no significa que lo haga necesariamente por sí mismo. Hay influyentes y hay influidos y hay siempre grupos de difusores.

No existen recetas infalibles contra la manipulación de la información. Pero nuestras mejores armas se basan en nuestra capacidad de análisis, en nuestra comprensión lectora y sobre todo en nuestra voluntad y deseo de informarnos, más allá de los titulares y sumillas.

Debemos ser más cuidadosos y analíticos al leer la información, sobre todo económica, que se suele publicar sobre el sector. Sobre todo no deberíamos formarnos opinión leyendo solamente el titular, sino siendo más curiosos, leyendo todo y sobre todo, pensando.

Veamos lo ocurrido en marzo de 2024:

La noticia que circuló en medios y que dice:

De acuerdo al estudio de Macroconsult, si la clasificación de anchovetas juveniles fuera como señala el IMARPE, se habrían desembarcado 963,000 toneladas de anchoveta adicionales entre 2016 y 2023. Además, se hubiera producido 233,000 toneladas de harina de pescado y 24,000 toneladas de aceite de pescado. Es decir, se han perdido exportaciones por el valor de US$ 594 millones,

presenta un vacío al no mencionar el detalle del supuesto informe de Imarpe al que se refiere sobre la clasificación de anchovetas juveniles. Deberíamos preguntarnos si existe ese documento, su número, fecha de publicación, ubicarlo y leerlo. Podría ser cierto o no. No lo sabemos.

Detalles más amplios en los siguientes links:

https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/los-numeros-en-el-sector-pesquero.html

https://revistapesca.blogspot.com/2024/03/la-pretension-de-reducir-la-talla.html

Esas 963,000 toneladas dejadas de pescar según esa noticia, hubieran representado en pago de derechos de pesca, la cantidad de 7´826,301 dólares al precio de la harina en diciembre 2023. Si tomásemos los precios año por año o mes por mes, la cifra sería menor.

El cálculo es sencillo: “El pago de derechos por concepto de extracción de recursos hidrobiológicos destinados el consumo humano indirecto se efectúa sobre la base de aplicar el 0.43% del valor FOB por tonelada de harina de pescado, computable sobre el precio promedio mensual según información oficial que emita ADUANET (…)” .

Para diciembre de 2023 el precio de la harina de pescado, alcanzó unos US$1,890 dólares, según  PRODUCE en base a la información preliminar proporcionada por SUNAT.

Fuente. https://www.produce.gob.pe/index.php/dgchi/valor-fob

Por tanto el derecho de pesca por TM sería de US$8.13 x tm.

Entonces la noticia podría decir que “El Estado peruano, al no haber autorizado el desembarque de 963,000 toneladas de anchoveta adicionales entre 2016 y 2023,  dejó de percibir la cantidad de siete millones ochocientos veintiséis mil trescientos un dólares (7´826,301) por concepto de derechos de pesca. O sea un promedio de 1´118,043 dólares por año en el periodo descrito.

No se ve tan grave como decir que se han perdido exportaciones por 594 millones de dólares. Es la misma información numérica pero que causa un impacto diferente sobre el público. ¿No?

También se podría decir cuánto dejó de percibir el estado peruano por impuesto a la renta de tercera categoría. Pero ese cálculo no se puede hacer sin tener la información contable, a diferencia de los derechos de pesca cuya información sí es posible de obtener. Por esa razón no se puede saber cuál es la utilidad neta de la industria dejada de percibir; pero que definitivamente no son 594 millones.

Entonces ¿quién ha perdido y cuánto? ¿El país, la industria, el ciudadano común? No es tan simple como lo dice la información aparecida en medios. Eso es lo que nos debe obligar a ser más críticos y cuidadosos con la información para no convertirnos en caja de resonancia de aparentes lobbys.

Otra noticia:

“Imarpe consideró que la pesca de anchoveta puede darse desde los 10.5 centímetros, pero Produce impuso que sea de 12, cerrándole el camino al sector pesquero que está a punto de hundirse, sobre todo al sur del país”.

Fuente

https://vigilante.pe/2024/03/14/incapacidad-tecnica-del-estado-petardea-la-pesca-menor-captura-de-anchoveta-genero-perdidas-millonarias/

¿En serio PRODUCE se impuso ante una recomendación científica del IMARPE? ¿Dónde se puede leer esa recomendación y esa supuesta imposición? En la administración pública todo lo que no proviene de una Resolución o decreto, no existe para efectos prácticos de ejecución. ¿Dónde se puede leer que PRODUCE ignoró una recomendación de IMARPE que está provocando el hundimiento del sector pesquero?

En el aviso siguiente, que fue colgado en Instagram, es evidente que lo que dice es desproporcionado en relación a la información de la cual se ha escrito en este artículo y constituye un claro intento de manipulación grosera y exagerada para influenciar a la opinión pública; pero en una indebida forma, por ser engañosa.

¿Se está hundiendo el sector pesquero por efecto de la talla mínima de la anchoveta y la imposibilidad de pesca dentro de las cinco millas en el sur? ¿Millones en juego por unos centímetros?



Fuente:

https://www.instagram.com/tucontribuyes/p/C4ghLvCv01h/?img_index=1

Se debe prestar especial atención al lobismo y a la actuación de los poderes fácticos en la pesquería peruana, a fin de proteger la sostenibilidad de nuestros recursos pesqueros.

https://revistapesca.blogspot.com/2023/04/peru-la-pesca-el-lobby-y-los-poderes.html

 EL CONSUMO DE PESCADO

De acuerdo a cifras oficiales, tomadas de la página 98 del Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola 2022 elaborado por el Ministerio de la producción, el consumo de pescado, aparente, per cápita en 2022 fue de 25 kilos por habitante, para el 2021 fue de 26.4 y para el 2020 fue de 27.4 según se ve en el siguiente cuadro:

Pero en la página 31 del mismo documento se lee:

“El consumo per cápita de pescado en el país durante el 2022 se estima alcanzó 17,5 kilogramos por habitante, con relación al año 2021, cuyo valor fue de 18,4 kilogramos”.

Podemos darnos cuenta de que en un mismo documento del Ministerio de la producción se muestran cifras diferentes del consumo per cápita de pescado, lo cual, obviamente, genera confusión y dudas.

En la página 32 del mismo Anuario de Produce, la descomposición por departamentos que muestra el siguiente cuadro no es coherente ni consistente con la de la página 98.

 


Consumo de productos hidrobiológicos, 2018-2022 (kilogramos por persona)

Departamento

2018

2019

2020

2021

2022

Amazonas

9.5

11.4

12.0

14.0

12.8

Ancash

15.4

15.4

15.9

17.9

17.1

Apurímac

9.2

7.5

9.7

11.0

11.6

Arequipa

11.2

11.0

12.6

11.4

10.8

Ayacucho

10.4

11.7

12.4

12.0

11.8

Cajamarca

10.8

10.7

11.2

13.4

12.2

Callao

18.3

18.7

17.0

18.4

17.1

Cusco

8.9

9.3

10.6

12.2

11.6

Huancavelica

8.2

8.9

7.8

8.4

8.9

Huánuco

11.0

10.8

10.3

10.5

9.6

Ica

19.6

21.3

19.1

20.0

19.5

Junín

11.9

12.4

14.3

14.5

14.4

La Libertad

12.3

14.7

14.2

15.8

15.7

Lambayeque

29.5

31.4

26.5

29.7

29.9

Lima Metropolitana

17.5

17.3

16.4

18.2

16.8

Lima Provincias

16.1

16.2

16.7

15.5

14.5

Loreto

46.5

44.0

52.4

51.0

49.8

Madre de Dios

14.6

13.1

16.1

15.1

12.4

Moquegua

9.9

11.9

11.7

12.4

10.8

Pasco

9.8

10.8

11.1

11.5

10.8

Piura

26.9

26.5

26.1

30.0

27.0

Puno

8.4

8.9

8.4

7.2

8.9

San Martin

18.2

17.2

15.2

16.5

15.8

Tacna

12.2

13.8

14.3

14.6

14.0

Tumbes

29.3

30.8

31.8

32.2

32.0

Ucayali

36.5

44.6

44.8

41.2

35.7

Perú

16.5

17.4

17.3

18.4

17.5

Fuente: Produce



 

Fuente: INEI - Encuesta Nacional de Hogares 2015 - 2022.

La ENAHO, (Encuesta Nacional de Hogares) que elabora el INEI, brinda cifras de consumo per cápita distintas a las de PRODUCE. Su data difiere de la que muestra el Anuario Estadístico Pesquero y Acuícola del PRODUCE, por lo menos la de la página 98, pero concuerda con la de la página 31. Pero, también tiene algunas inconsistencias según se aprecia.

Ambas entidades son organismos oficiales que proporcionan información diferente sobre un mismo rubro, el consumo per cápita de pescado.

Probablemente esto ocurre porque ambas utilizan métodos de medición diferentes.

Pero no explica por qué PRODUCE muestra cifras diferentes en un mismo documento de su propia autoría.

El problema es que finalmente… ¿Qué cifras se deben usar para propósitos de análisis o cualquier otro?

Cualquiera que sea la metodología, el asunto es que nos muestran que en el Perú cada habitante consume menos de 20 kilos de pescado por año.

Podemos fácilmente darnos cuenta de que, observar el consumo por departamentos, nos da una foto distinta a la del panorama nacional, más allá del problema de datos diferentes de dos fuentes oficiales diferentes.

Podemos ver que no es lo mismo hablar del consumo nacional que del consumo departamental. Igual que podemos ver que la “no” extracción de 963,000 toneladas de anchoveta, puede verse desde distintas ópticas.

Tipos de información:

Información engañosa o errónea

Es lo que se conoce como misinformation en inglés y se caracteriza por que, como información que describe la realidad, está incompleta o es inexacta. Puede partir de un hecho real, pero es sacado de contexto o malinterpretado.   Por eso mismo, su existencia no se debe necesariamente a una intención de faltar a la verdad, sino al desconocimiento de un tema o a una conclusión apresurada.​

Desinformación

A diferencia del caso anterior, aquí sí estamos ante una mentira intencional. Alonso Estrada Cuzcano, bibliotecólogo y especialista en ciencias de la información de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, recalca que se trata de un contenido mucho más elaborado que “busca tergiversar un hecho y presentarlo como veraz”.   Estrada Cuzcano lo define como “un conjunto de engaños sistemáticos y organizados en un contexto en donde los medios de comunicación se hallan muy desarrollados”, y destaca como ejemplos de ello a las teorías de la conspiración y las falsas llamadas de alarma.​

Fake news

Son las noticias falsas propiamente dichas, contenido pseudoperiodístico difundido a través de portales de noticias, prensa escrita, radio, televisión y redes sociales, y por esa misma razón tienen un mayor impacto de cara al público, que de esta manera es más proclive a creer en la mentira.   Como en el caso de la desinformación, nace de una intención deliberada de engañar, inducir a error, manipular decisiones personales, desprestigiar o enaltecer a un tercero.​

Posverdad

Cualquiera sea el tipo de desorden informativo, este posee, de forma subyacente, un ingrediente que explica su éxito a la hora de manipular la percepción de las personas y asentarse en sus convicciones. Hablamos de la posverdad.    Así como “fake news” fue la palabra del año para el Diccionario de Oxford en el 2017, “posverdad” ocupó ese mismo puesto en el 2016. Con este término, precisaron, se “denota circunstancias en que los hechos objetivos son menos influyentes en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emoción y la creencia personal”.  Desde los sesgos cognitivos propios de cada persona hasta la crisis de los medios de comunicación tradicionales, pasando por el cada vez más arraigado uso de las redes sociales, hay un sinfín de razones por las que somos más propensos a dejar de lado la información oficial y tomar por cierto lo dicho por terceros sin ninguna clase de filtro.   Por esa razón, la verificación de datos no puede ser un complemento de la información relevante, sino lo más importante.

Fuente

https://observatorio.onpe.gob.pe/metodologia/

 LA INFORMACION ALIMENTARIA EN PERU

 LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA

Los departamentos ubicados en el primer quintil de inseguridad alimentaria son: Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno y Áncash con valores por encima del 59%. En los departamentos de la selva, el mayor porcentaje de inseguridad alimentaria se encuentra en Amazonas (56.6%) y San Martín (55.3%).

En promedio, 2 de cada 10 hogares (19.2%), tienen un consumo inadecuado de alimentos (pobre o limitado en relación con una dieta diversificada).

índice de inseguridad alimentaria por departamentos


Fuente: Evaluación de la seguridad alimentaria ante emergencias (ESAE), 2021

“…Los análisis socioeconómicos en el país posicionan a la costa como la región con mayor desarrollo y más favorecida por las políticas públicas, mientras que la selva y la sierra son las más rezagadas. En el caso del hambre, la situación ha sido similar; sin embargo, durante el primer año de pandemia (2020), los territorios más afectados fueron los costeros. En el 2021, la actividad económica inició su recuperación regularizando los niveles de ingresos y empleo perdidos; sin embargo, la inestabilidad política y la volatilidad de los mercados mundiales terminaron frenando la velocidad de dicha recuperación. Los impactos más notables en el hambre a raíz de la pérdida de capacidad adquisitiva se localizaron en los territorios de la sierra del país”.

Fuente: Informe Perú GLOBAL HUNGER INDEX

“La seguridad alimentaria es cuando todas las personas tienen en todo momento acceso fisico, social y económico a suficientes alimentos inocuos y nutritives para satisfacer sus necesidades alimentarias y sus preferencias en cuanto a los alimentos, a fin de llevar una vida activa y sana. En cambio, la inseguridad alimentaria es cuando existe una “disponibilidad limitada o incierta de alimentos nutricionalmente adecuados e inocuos, o la capacidad limitada e incierta para adquirir alimentos adecuados en formas socialmente aceptables” (WFP, 2009).

En el año 2021, de acuerdo al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, la inseguridad alimentaria afecta al 51.0% de los hogares, de los cuales 3.5% se encuentran en inseguridad alimentaria severa… Los departamentos con mayor prevalencia de inseguridad alimentaria son Ayacucho, Apurímac, Cusco, Puno y Ancash, mientras que La Libertad, lea, Arequipa, Lima Metropolitana y Moquegua tienen una menor prevalencia de inseguridad alimentaria.

Fuente:

Plan Multisectorial para la Prevención y Reducción de la Anemia Materno Infantil en el Perú periodo 2024-2030

LA ANEMIA

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar - ENDES, la prevalencia de la anemia en niños de 6 a 35 meses presentó una ligera reducción de 1.2 puntos porcentuales, de 40.0% en el 2020 a 38.8% en el 2021, sin embargo, se incrementó en 3.6 puntos porcentuales para el año 2022, alcanzado a 42.4% y de acuerdo con el reporte al primer semestre de la ENDES 2023, se incrementó en 1.2 puntos porcentuales ubicándose en 43.6%, por lo que, en nuestro país la anemia es considerada por la Organización Mundial de Salud como un problema de salud pública severo.

Si representamos esta información en un mapa, observaríamos que en la Selva y la Sierra Sur del país tienen mayor presencia de niños y niñas entre 6 a 35 meses con anemia. En cambio, en la Costa Norte y Costa Sur se observa una menor incidencia de anemia infantil. Por último, se aprecia que el Perú cuenta con 9 departamentos con alta presencia, 8 con media presencia, y 8 con baja presencia de esta condición de salud.

 


Mapa sobre el porcentaje de niñas y niños de 6 a 35 meses con presencia de anemia según departamento de residencia en 2021

La anemia sigue con el pasar de los años considerada en nuestro país un problema de salud público

A través del Decreto Supremo N° 002-2024-SA, el Poder Ejecutivo aprobó el Plan Multisectorial para la Prevención y Reducción de la Anemia Materno Infantil en el Perú periodo 2024-2030, con el fin de reducir la prevalencia de anemia a 37.2% en niñas y niños, con énfasis en menores de 36 meses de edad y gestantes. Este plan es de alcance nacional y de aplicación obligatoria por los órganos, organismos públicos y dependencias del Ministerio de Salud (MINSA), Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (MIDAGRI), Ministerio de Educación (MINEDU), Ministerio de la Producción (PRODUCE), Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (VIVIENDA), Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (RENIEC), Gobiernos Regionales y Gobiernos Locales. Asimismo, es de referencia para instituciones de cooperación técnica nacional e internacional y las instituciones privadas, universidades, sociedades científicas, colegios profesionales, entre otras instituciones vinculadas con labores académicas, gestión del conocimiento y generación de evidencia.



El caso de la anemia es aún más grave para la población infantil indígena u originaria. La presencia de anemia es preocupante en todos los ámbitos y niveles de salud debido a que sus consecuencias repercuten negativamente en el desarrollo de niñas y niños a nivel cognitivo, motor, emocional y social (MINSA, 2017). En el Perú, la ENDES 2022 indica que el 47.0% de niñas y niños de 6 a 35 meses cuya madre tiene una lengua indígena se encuentra con anemia, frente a un porcentaje inferior de 32.1% de niñas y niños de 6 a 35 meses de lengua no indígena materna. A pesar de los niveles altos, es importante resaltar que la cifra se ha reducido en 7 puntos porcentuales para el caso de infantes indígenas u originarios con respecto a los niveles del 2021.

Lo anteriormente expuesto en el mencionado plan puede analizarse a la luz de las cifras del consumo per cápita de pescado que, al mostrar la cifra global, hacen perder de vista el bajo consumo en las poblaciones vulnerables, dispersas y ubicadas por encima de los 3,000 metros. Impiden precisar que el consumo de pescado sería de gran impacto en la reducción de la anemia.

Nuevamente vemos como el uso de unos números puede crear corrientes de opinión diferentes, resaltar algunas cosas y ocultar otras.

CONCLUSIONES

Si a los datos de consumo de pescado le agregamos los índices de desnutrición y anemia, veremos un asunto cuyos números son fríos, como los de la pesca; pero impactan más en el sentimiento y la emoción, que en el intelecto de la economía.

El punto es que la información en la pesca, como en cualquier otra actividad, no debe priorizarse su medición y análisis solamente en lo económico o numérico, aun cuando las cifras fuesen objetivas y sin sesgo alguno. Hay aspectos sociales, humanos y ambientales que tienen que integrarse para evaluar el tema en conjunto. Centrarse tan solo lo económico resulta ser frío, incompleta y conduce a la toma de decisiones poco acertadas.

Tenemos que aprender a distinguir los números que presentan los medios, entre los que responden a campañas de creación de corrientes de opinión y de influencia en la población para satisfacer intereses de lobbies y los que presentan información objetiva para estimular la toma de decisiones sobre temas reales de interés público como son la desnutrición y la anemia.

Los intereses de la industria pesquera de harina de pescado, son únicamente de la industria y no son necesariamente de interés público nacional, dado que la producción de harina de pescado, por ejemplo, no tiene mayor impacto sobre la desnutrición y la anemia, que sí son de interés público nacional. Es obvio que la industria está perjudicada; pero son los riesgos propios de la actividad que todo pescador grande o chico conoce al incursionar en la pesca.

El Plan Multisectorial para la Prevención y Reducción de la Anemia Materno Infantil en el Perú periodo 2024-2030, hace escasa mención a la participación de la pesca en la reducción de la anemia, obviando la posibilidad de que la anchoveta sea un componente importante. No introduce ningún acción específica por parte del ministerio de la Producción, lo cual parece ser una omisión extraña, por decir lo menos.

Ignora la existencia del Programa Nacional A Comer Pescado de dicho ministerio.

Apenas, en el objetivo específico 3 se menciona:

En la Actividad 3.7: Educación alimentaria para mejorar el consumo de productos hidrobiológicos y hábitos alimentarios dirigidos a madres y/o cuidadores de niñas y niños menores de 3 años, gestantes y/o adolescentes.

En la Actividad 3.8: Fortalecimiento de capacidades al personal de la salud sobre el fomento de productos hidrobiológicos en la alimentación materno infantil.

En la Actividad 3.9: Ferias de promoción para mejorar el acceso de productos hidrobiológicos.

Pero los medios sí resaltan a la anchoveta en defensa de los intereses de la industria, sin hacer mención alguna a su potencial para la lucha contra la anemia.

Hay temas realmente más importantes y urgentes para el país, como hacer campaña para que la anchoveta y otros recursos hidrobiológicos más abundantes, se integren al Plan de lucha contra la anemia.

Los problemas de la industria no son un problema nacional, sino privado y de unas pocas plantas de harina de pescado; pero la anemia y la inseguridad alimentaria sí lo son. Si se enfatiza uno de esos dos temas, debería también hablarse del otro. ¿O no?

Aun cuando creas que algo aparece claro, ponlo en duda y no reposes. Duda de todo lo que parece ser bonito y verdadero. Pregúntate siempre:  «¿Para qué?». No creas que una cosa sola es buena; lo recto no es recto y tampoco lo curvado es curvado. Si alguien dice que un valor es absoluto, pregúntale en voz baja: «¿Por qué?». La verdad de hoy puede mentir ya mañana. Sigue el río desde donde comenzó el torrente. No te basten las piezas aisladas. Pregúntate siempre: «¿Desde cuándo?». Busca las causas, une y disuelve, atrévete a mirar tras las palabras. Si alguien dice: «Esto es bueno (o malo)», pregúntale en voz baja: «¿Para quién?».

 FRIEDRICH von PAULUS

El artículo completo en PDF en el siguiente link:

https://app.box.com/s/hj59lvx1vgbf997mgk9evxxhtk95ahhc